Ante la crisis alimentaria en México, las medidas propuestas por el gobierno federal únicamente favorecerán a las grandes corporaciones mexicanas y transnacionales que dominan la cadena agroalimentaria. El aumento de importaciones y la especulación de alimentos básicos por las grandes empresas no hará más que agudizar la crisis.
Nuestro país enfrenta un grave riesgo por la contaminación con transgénicos de nuestros maíces, situación que implica la privatización de nuestro principal patrimonio alimentario y cultural, así como el arrasamiento de la producción campesina, sustituida por alimentos de baja calidad y alto precio.
Vamos a unirnos a la histórica tarea de defender al maíz e impulsar un proyecto alternativo para el campo y para el país, un proyecto rural y nacional, incluyente, justo y sustentable.
¿Cómo?
• Sembremos maíz en hogares, banquetas, camellones y parques públicos.
• Lancemos pronunciamientos contra los productos transgénicos.
• Promovamos y garanticemos zonas y territorios libres de transgénicos en toda la República.
• Exijamos el reconocimiento de México como centro de origen del maíz.
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